Recuerdo que cuando estuve hace dos años en Nueva York, en 2008, un día cuando salía de clase pasé por un escaparate de la Quinta Avenida y vi unas botas que me llamaron mucho la atención. Como iba con prisa no pude entrar en al tienda pero seguí dándole vueltas durante mucho tiempo hasta que un día decidí volver.
Fue una primera impresión un poco extraña porque me gustaba el zapato, bueno la bota, pero al mismo tiempo no terminaba de verlo claro. Me ocurrió algo similar a cuando ves algo que, de lo feo que es hace hasta gracias, pues lo mismo. Aun así decidí probármelas para salir de dudas y pffff, ¡eran inmensamente cómodas y suaves! Pero no me dio tiempo a dudar, al ver que el precio rondaba los 160$ simplemente las dejé y pensé: muy bonitas pero bye bye!
Dos años después, me encuentro con que las botas se han convertido en un must de esta temporada. Hablo de las Uggs! Soy consciente de que es una calzado muy muy bruto que no estiliza nada de nada pero al mismo tiempo le da un punto a los outfits que me encanta.
Bajo mi punto de vista, el precio de las Uggs originales es muy pero que muy elevado. Yo no pagaría 200 euros por esas botas ni loca. Creo que es el típico complemente caprichoso, como yo los llamo. Son esas cosas que a pesar de que sabes antes de comprártelas que no vas a darle demasiado uso, deseas tenerlas. Así que después de ver todos los clones habidos y por haber en las tiendas esta temporada, he adquirido tres pares. ¡NO, no me voy a quedar los tres!, pero como en la tienda no me decidía opté por llevarlos a casa y probar con varias cosas hasta decidir si me convencían o no.
De todas las botas que vi, me compré dos en Primark y unas en Natura. Todas altas.
Las de Primark son algo más estrechas y sujetan mejor el pie. Las de natura en cambio, son más anchas y no se ajustan tanto a la pierna y a veces al caminar parece que se van a salir.
En cuanto a precios, pues las de Primark costaron 6 euros y las de Natura 14, 90. Así que como veis, si que hay diferencia entre unas y otras.
